Una sorpresa oculta

Definitivamente las tardes de otoño son maravillosas pensaba al observar el esplendido arrebol que se formaba en el horizonte del parque que está al lado de mi trabajo. Me detendría a admirar las perfecciones de la naturaleza pero el incesante tic tac de mi reloj me recuerda que debo llegar a la casa por la cita que tengo con Paula. Saco las llaves de mi auto para abrirlo y siento el vibrar de mi teléfono. -Justo estoy abriendo la puerta del auto mi vida, ¿deseas que compre algo para llevar? -En cuanto a eso Ale...- ella hace una pausa y continua hablando- cambio de planes pequeña, cuando entres, sigue las instrucciones que hay en el cajón del carro.- sin mas nada que decir, colgó, sin antes mandarme un beso. -¿pero qué...?- hago exactamente lo que ella me dice y en efecto, hay una carta con un escrito en la parte frontal ábreme . Me río de solo imaginar como hizo para guardar esta carta; así pues, me dispongo a leerla: Querida Alejandra me imagino que te deb...