Una sorpresa oculta





Definitivamente las tardes de otoño son maravillosas pensaba al observar el esplendido arrebol que se formaba en el horizonte del parque que está al lado de mi trabajo. Me detendría a admirar las perfecciones de la naturaleza pero el incesante tic tac de mi reloj me recuerda que debo llegar a la casa por la cita que tengo con Paula. Saco las llaves de mi auto para abrirlo y siento el vibrar de mi teléfono.

-Justo estoy abriendo la puerta del auto mi vida, ¿deseas que compre algo para llevar?

 -En cuanto a eso Ale...- ella hace una pausa y continua hablando- cambio de planes pequeña, cuando entres, sigue las instrucciones que hay en el cajón del carro.- sin mas nada que decir, colgó, sin antes mandarme un beso.

 -¿pero qué...?- hago exactamente lo que ella me dice y en efecto, hay una carta con un escrito en la parte frontal ábreme. Me río de solo imaginar como hizo para guardar esta carta; así pues, me dispongo a leerla:

Querida Alejandra me imagino que te debes estar riendo en este preciso momento. Me encanta que sea así. Asimismo, no he olvidado nuestra reunión de hoy, al contrario, esto apenas empieza. Conducirás a la casa como habíamos acordado pero te sorprenderás que no voy a estar, igualmente te darás una ducha rápida y la siguiente instrucción debes leerla en la caja que está encima de nuestra cama. PD: exactamente como este escrito todo, debes hacerlo. BESOS

Con un sentimiento emocionante, enciendo el auto y manejo a la casa. Al llegar subo las escaleras rauda hasta llegar a la habitación. Como ella dijo, hay una caja con un lazo rojo sobre la cama y una carta que tiene escrito: emocionada ¿no?. Me siento entusiasmada y no dudo en bañarme lo mas rápido posible. Al salir del baño, goteando y con la toalla alrededor de mi cuerpo, leo la nota que esta al lado de la caja:

Mi chica es muy obediente. sigue así y seras premiada. PD: lo que hay dentro de la caja lo quiero ver puesto.

Es excéntrico todo lo que hace... y me fascina. La curiosidad es dueña de mí ahora; abro el regalo y me encuentro un atuendo semiformal, un pantalón negro que se ajusta perfectamente al cuerpo, una camisa formal blanco y unos tacones negro; entre la ropa también están los accesorios y otra carta que no dudo ni un segundo en leerla:

¿y pensabas irte vestida a donde? para nuestro encuentro tendrás que seguir la dirección que esta en la biblioteca.

Cada gesto y detalle que tiene me sorprende, me enamora. La dirección a la cual tengo que dirigirme estaba justo donde lo escribió. ¿hotel Renassence? en mi opinión, ya no se que esperar de todo esto, pero continuare si es a ella a quien veré. Con mi espíritu aventurero empiezo a manejar el auto. Mi mente se imagina miles de escenas para cuando la vea pero mi teléfono me impide seguir en mi trance.

 -¿ya vienes en camino?- con una voz seductora, mi esposa me pregunta- espero que tengas exactamente lo que puse en la caja.

riéndome le respondo- pues... por supuesto, yo soy obediente ante lo que me digas.

 -Te espero.

 Llego a la dirección acordada y un empleado del hotel me recibe

 -Señorita Alejandra, bienvenida, aquí le deja la señorita Paula- entregándome otra nota, pero ésta es distinta, tiene una bolsa de terciopelo justo al lado.

-Muchas gracias- cordialmente le respondo.

  Mi corazón late acelerado por verte. Ni un minuto más quiero seguir esperando, sube en el ascensor al piso 5. Al estar ahí, verás el camino. PD: al llegar, lo que está en la bolsa, te lo colocaras en los ojos.

 Me guarde inmediatamente la pequeña bolsa y la carta en mi carera para subir a mi destino. El trayecto se me hizo largo por la desesperación que alberga mi cuerpo pero al abrirse las puertas, el panorama fue impresionante: pétalos de girasol forman un camino, especifico, hasta una habitación. En la puerta puedo ver otra carta. el antifaz. Sabía en donde lo encontraría; abro mi cartera y mi mano busca lo que la carta me pide. Mis ojos ya no ven los pétalos o el pasillo del hotel, ahora mis oídos, serán mis ojos. En efecto, oigo abrirse una puerta y siento una mano que acaricia mi brazo y lentamente se acerca a mi.

 -Estaba esperando ansiosa a que llegaras- el susurro provoco una reacción en todo mi cuerpo- ¿lista?- la puerta detrás de mi se cierra y prosigo a seguir a mi amada.

Mis otros sentidos se agudizan y puedo percibir diferentes olores, el que predomina, sin lugar a dudas, es el aroma de ella. Sus manos me retiran el antifaz de mis ojos, pero no soy lo suficientemente valiente como para abrirlos.

 -abre los ojos- la luz tenue de la habitación y la vista que se puede apreciar desde la ventana hace la velada mas romántica.

 Los pétalos de girasol cubren toda la cama y parte del piso. En una esquina puedo ver la que será nuestra cena y el baño es otro panorama que me deja sin palabras, por donde se vea, lo iluminan las velas. Unos brazos me enredan entre ellos, los agarro firmemente para que mi diosa no se escape.

 -¡wow!-agradecí que la cama impidiera mi caída. Al verla, parada frente a mi, mi corazón por un momento dejo de latir.

 -¿Te gusta?-su pregunta es discreta.

 -Jamas había visto algo tan hermoso. tú.... Mi paula- las palabras no querían cooperar, mi cerebro se ha apagado ante tal belleza pero igual me levanto y me acerco. Sus brazos me rodean el cuello dándome permiso para besarla.

 -No necesito un día para decirte y demostrarte que eres mi todo. Eres mi complemento porque me haces mejor persona, por eso todos los dias son especiales a tu lado. Por cierto... estas radiante- Mientras mi mira de arriba, abajo, se ríe.

-jajaja, gracias a ti. Puedo pregunta cómo...- su dedo me silencia la pregunta.

-No arruines la sorpresa esposa mía... solo déjate llevar. Sus ojos almendrados e intensos me hipnotizan y la mirada picara que me dedica me da a entender que su juego está por empezar.

La observo pasearse por la habitación y me parece un crimen no arrancarle lo que tiene puesto. me conoces demasiado la lencería color negro le hace resaltar cada parte de su cuerpo de una manera que me enciende hasta el último poro de mi piel. Se devuelve, se sienta en mis muslos y mi instinto animal empieza a surgir. Toco, aprieto y acaricio sus piernas descubiertas al instante que ella me besa delicadamente el cuello. La camisa que cubría mi pecho desaparece en cuestión de segundos para volar por la habitación.

 -Esperé todo el día para tenerte así- se levanta e intenta empujarme al colchón. Pero fui mas ágil que ella, le agarre las manos y empece a besarle el cuello. Mientras voy bajando sus gemidos hacen que mis besos sean más intensos. Visualmente se ve exquisita pero mi deseo por ella es mas grande. No dudo en lo que quiero. Desabrocho su brasier para poder besar mas allá de su cuello. Nos miramos con placer y amabas sabemos que queremos. La devoro con la mirada.

- eso que tienes puesto me impide hacer lo que quiero.- le digo

 -Al igual lo que tú aun tienes puesto- me desviste con dulzura y pasión hasta tenerme acostada en la cama. Su baile sensual me excita más de lo pensado y si ese baile es encima mío... el doble.

Su mirada se vuelve mas apasionada al tenerme desnuda para ella; sus manos se acomodan a mis senos, rozándolos y apretándolos; sus labios me besan sin cesar. Poco a poco descienden hasta mis pechos donde siento leves mordiscos que son los culpables de mis gemidos.

 -Escucharte me excita- esas palabras en mi oído son como pequeñas descargas eléctricas que llegan directamente a mi centro, sintiéndolo cada vez más y más húmedo- ¿que pasa si recorro mas allá de tus senos?.- juguetona y sensual me pregunta.

 La reacción de mi cuerpo le hace saber que estoy ansiosa por sentirla y nuestras miradas se encuentran dejando ver una sonrisa traviesa de su parte.

-creo que me equivoque...- dejándome extasiada con el gemido en la garganta siento como su beso me coloca mas húmeda allí- esto... me excita más- rozándolo hace que me desespere e introduce dos de sus dedos dentro de mi excitación y el gemido recorre toda la habitación.

 -¡aahh!-mientras sus dedos bailan dentro de mi, siento su lengua lamer suave mi centro. La sensación me hace desearla desesperadamente- por favor sigue...- mi respiración se oye agitada- no te detengas- su lengua se desespera al sentir como la temperatura se eleva.

 -Tu sabor... es tan adictivo- la humedad le da un pase privilegiado a ella para que introduzca otro dedo; al hacerlo siento como se estremece todo mi cuerpo hasta llegar al clímax- ¡oh dios!...- el liquido caliente recorriendo mis piernas es la evidencia de un orgasmo magnifico.

Observo como su lengua saborea sus labios por lo que acaba de probar; ese gesto me enloquece y no dudo en intercambiar los papeles. Al tenerla en la cama sola para mi, me detengo a admirarla; ella es la razón de mi felicidad. La empiezo a besar apasionadamente en sus labios y percibo su olor, un aroma que es como una droga para mi; la dulce tentación es quien se apodera para empezar el festín de la noche. Sus brazos rodean de nuevo mi cuello y el beso se intensifica devorándonos una a la otra. Su centro pide a gritos mi llegada y sin dejarlo esperar llego encantada a nuestra reunión. Puedo sentir y oler su excitación. Apenas un leve roce es la razón de sus gemidos los cuales me enloquecen y me hacen desear mas. No dudo en probarla y mi lengua es quien llega directa a la reunión, su sabor es exquisito, es una fuente de placer constante. Introduzco dos de mis dedos y sentirla hace que mi excite aun más. Ese centro que me permite hacer que ella llegue al clímax es mi delirio, sin dejar la acción a un lado, sus manos me dan a entender que continúe.

 -Ale...alejandra, por favor... estoy a punto de llegar... !aahh¡ - la fuente de su placer recorre mi boca y su sabor me deja saciada. Ambas nos tumbamos en la cama, nos miramos, y observo sus mejillas ruborizadas y es inevitable que no me ría.

 -Te ves tan hermosa así- la beso y ella se acuesta en mi pecho apenada-

 Te amo Paula. Su mirada, cual espejo que deja ve mas alla, me dice demasiadas cosas

- Yo...te amo aun más Ale.

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